La eficiencia: sustentabilidad y resultado
Algo que muchas veces no
logran comprender quienes lideran las empresas es que la
sustentabilidad es un negocio en sí mismo. Porque ser sustentables
nos ayuda a tener un mejor rendimiento económico. Un ejemplo claro
de esto es la eficiencia.
El precio de las materias
primas es cada vez más alto y el contexto de escasez que se avecina
en el mediano plazo indicaría que no se trata sólo de un ciclo
económico. En esta nueva economía que surge después de la crisis
del 2008 la reducción del uso de los materiales se irá tornando más
y más una cuestión vital.
Esta racionalización que
impone el propio mercado termina forzando a las compañías a mejorar
el uso que hacen de sus materiales para poder disminuir más y más
los costos. Y este objetivo de ser más eficientes en el uso de los
materiales es también un objetivo de la sustentabilidad.
Uno de los temas
centrales del desafío de la sustentabilidad es poder hacer más
cosas con menos material, porque de esta forma reducimos el impacto
ambiental. Menos material implica menos energía y por lo tanto menos
emisiones. El objetivo de la eficiencia es entonces también un
objetivo de la sustentabilidad.
En el negocio
agropecuario minimizar el uso de herbicidas y pesticidas es uno de los
pilares de una gestión sustentable, pero también es vital para
reducir los costos.
La agenda de la
sustentabilidad y la de los resultados no están reñidas, sólo hace
falta saber cómo conciliarlas y potenciarlas.
Incrementar la
eficiencia, además de mejorar el resultado, es una gran contribución
a la sustentabilidad. Por eso un gran programa de mejora de la
eficiencia en las operaciones rendirá doblemente.
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