La importancia de la documentación
Se suele vivir la etapa
de generación de la documentación como una instancia que no sólo
es costosa, sino que demanda además un gran esfuerzo y que es
percibida como un acto de inútil burocracia. Sin embargo la
documentación es relevante para la organización y no sólo porque
lo requiera alguna norma o marco regulatorio.
En primer lugar, la
documentación establece las cosas. Porque, al menos en la cultura
occidental, hasta que las cosas no están escritas nos sentimos con
más libertad para modificarlas. Entonces si hay un proceso o una
directiva no escritos, estos pueden ir mutando en el tiempo sin los
respectivos controles sobre estos cambios. Una vez fui a relevar un
proceso y después de la primera reunión con el cliente armé un
flujograma y tuve una nueva reunión de validación. En esta segunda
reunión mientras le explicaba lo que había relevado la vez anterior
me dice que una parte central del proceso no es correcta. Yo buscaba
en mis apuntes, para corroborar la información, hasta que el cliente
me confirma que en realidad cambiaron todo la última semana. Es
decir que de una semana a otra habían cambiado un proceso, sin
consultar a nadie y sin revisarlo con alguien que pudiera
orientarlos. Si esto hubiese estado debidamente documentado, no
hubiera sido tan fácil cambiarlo.
Claro que cuando hablamos
de documentación no estamos haciendo referencia a papeles
acumulados, sino más bien a documentos que están en vigencia, lo
que implica que se opera según la documentación. Y con esto
entramos en otra de las razones para documentar: que le podemos
transmitir a toda la organización la forma en que se hacen las
cosas. Esto genera confianza, porque todos entienden cómo operamos y
no se percibe arbitrariedad detrás de nuestras decisiones o nuestra
actuación.
Por último, el proceso
de documentación nos fuerza a pensar y reflexionar sobre cómo
hacemos las cosas, porque nadie quiere dejar por escrito algo que
está mal y por lo tanto nos esforzamos por entender hasta qué punto
estamos haciendo bien aquello que estamos dejando por escrito.
Para la organización
también es importante la documentación porque tiene la fuerza de
una ley, dado que al estar escrito se debe actuar de esa forma y
quien no lo haga deberá enfrentar las consecuencias. Esto es
especialmente útil cuando se quiere generar cambios de actitud o de
valores en una organización.
Documentar no es un
ejercicio inútil, sino que tiene beneficios reales para las
organizaciones y para los sectores o áreas. Puede resultar tedioso y
costoso, pero trae resultados en el corto y largo plazo.
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