Sólo un programa articula las mejoras
Muchas organizaciones tienen
proyectos de mejora de procesos o de mejora continua, pero pocas
tienen programas. Un proyecto es una iniciativa única, puntual. Sin
embargo el programa es una serie de proyectos que contribuyen a un
fin similar. A diferencia del proyecto, que puede apuntar a mejorar
una variable, el programa tiene un impacto más contundente en el
resultado de la organización.
Para entender mejor el concepto de
programa, tomemos un ejemplo: una empresa puede implementar un
programa para la reducción del desperdicio. En este caso este
programa puede estar compuesto por los siguiente proyectos: reducción
del scrap en el proceso X, reducción del papel en los procesos
administrativos, revisión de la política de inventarios y
optimización del circuito de compras.
Los programas en cierta medida
funcionan como un proyecto y por lo tanto aquello que es un factor de
éxito para un proyecto, lo es también para un programa:
metodología, medición del resultado y asignación de recursos
humanos.
Es importante que el programa
tenga un responsable cuya única función sea el diseño de los
proyectos, el seguimiento de los mismos a un nivel general y el
seguimiento del programa y sus resultados. A menos que se trate de
una empresa muy grande, cuya escala justifique que haya un program
manager, es recomendable que se tercerice este servicio. Este rol no
requiere en general mucho tiempo, sino más bien el foco necesario.
Por otro lado, es importante que quien ocupe este rol tenga la
trayectoria y solidez necesarias para afrontar esta compleja tarea,
por lo que se requiere alguien de nivel gerencial. Y tener un gerente
sólo para esto es un lujo que muy pocas organizaciones se pueden
dar. Habitualmente se le asigna el rol implicitamente a algún otro
gerente, pero esto trae como consecuencia la falta de foco. Por eso
es que yo recomiendo fuertemente que sea un externo quien tenga este
rol. No hay que olvidarse que este es un rol más consultivo que
operativo.
Es fundamental para que un
programa tenga éxito que el program manager tenga acceso directo a
los directivos de las organizaciones y que cuente con el aval
explícito de su mayor responsable. De esta forma podrá intervenir
con efectividad cuando los proyectos requieran cierto manejo
político.
El program manager debe depender
en general de manera directa del máximo responsable de la
organización, porque los proyectos suelen involucrar a varias áreas
y al estar fuera de la estructura puede actuar con la imparcialidad
que corresponde.
Los programas son algo escaso en
las organizaciones, porque requieren un nivel de coordinación y
planificación que suele ser ajeno a la improvisación con la que
suelen funcionar. Pero una organización que quiere actuar con
profesionalismo no puede dejar de crear programas para alcanzar sus
objetivos y articular así las mejoras que desea implementar.
Comentarios
Publicar un comentario