¿Son los procesos una parte de la gestión del cambio?
Se suele creer que la gestión del
cambio abarca únicamente las áreas más “soft”, cuando en
realidad la gestión del cambio debiera abarcar todo lo que
necesitamos para implementar el cambio que ideamos.
No debemos confundir un área
dedicada a la gestión del cambio, con la gestión del cambio en sí
misma. La función del área puede ser coordinar todos los esfuerzos
de gestión del cambio, o tal vez asesorar a la dirección en lo
concerniente a la gestión del cambios. Sin embargo para que pueda
cumplir exitosamente su trabajo es necesario que intervengan otras
áreas que aporten a esta temática tan compleja.
En este último sentido los
procesos sí son una parte de la gestión del cambio. Es posible que
un cambio tenga como protagonistas a los procesos y su rediseño. Un
ejemplo de esto sería una compañía que decide lanzar un canal
online, que más allá de la herramienta informática necesitará
rediseñar –o diseñar nuevos– procesos.
Sin embargo otras veces el
rediseño de los procesos es una pequeña etapa más en un esfuerzo
de implementar los cambios que requiere la organización. En un
proyecto donde se busca mejorar la atención al cliente en las
sucursales, la revisión de los procesos puede ser sólo una tarea
más entre otras tantas para poder implementar el cambio.
En cualquier caso, los procesos
son una parte fundamental de la gestión del cambio, ya sean o no los
protagonistas en el proyecto que se lleva adelante. La gestión del
cambio está sólo vinculada al costado “soft”, sino a todo lo
necesario para que el cambio ocurra.
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