Entendiendo el modelo operativo
Las operaciones son una
parte fundamental de cualquier negocio y por eso se hace imperativo
estudiarlas apropiadamente. Si nos atenemos a la definición de
operaciones que di en aquella entrada allá por agosto del año
pasado, estas son todas aquellas tareas, actividades o procesos cuya
finalidad es producir y hacer disponible el bien o servicio para el
cliente. Y el modelo operativo es justamente la forma en que
funcionan las operaciones.
Es como si me presentaran
un dispositivo, digamos una radio. Una cosa es un plano detallado del
aparato y otra muy distinta un esquema de funcionamiento, que me
explica sus principios y sus características. Esto último es el
equivalente del modelo operativo (MO).
Generalmente en el MO se
incluye a los procesos o grupos de procesos que son parte de las
operaciones. El diseño del mismo debe ser preciso y sintético,
representado generalmente a través de una gráfica que también hace
a su comprensión y diseño.
El MO es una herramienta
conceptual muy poderosa. En él se incluyen los grupos de actividades
y se analiza la vinculación entre ellos, así como su secuencialidad
conceptual. Se clasifican las actividades en aquellas que son de
valor agregado y de soporte. Dentro de esta clasificación se puede
hacer subdivisiones que permitan comprender mejor la forma en que
funcionan las operaciones.
Con el MO frente a
nosotros, somos capaces de comprender perfectamente el flujo de
nuestra operación y además entrever cual es nuestra estrategia de
operaciones. Porque el MO de una empresa que quiere brindar un
servicio de excelencia debe incluir seguramente grupos de actividades
muy definidos que ataquen la atención al cliente. Sin embargo un MO
de una empresa que se focaliza en bajos costos estará centrado en la
producción específica del bien o servicio.
Sin haber diseñado el
modelo operativo es imposible encarar cualquier trabajo de procesos o
incluso de mejora operativa. Porque al no tener bien definido el MO se pierde la visión
sistémica, con lo que esto implica: por ejemplo, mejorar una parte del sistema
para desmejorar todas las demás. Además es posible que
los problemas de procesos o incluso los problemas en la operación
tengan alguna vinculación con las inconsistencias del modelo
operativo.
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